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sábado, 25 de febrero de 2012

Camino de Servidumbre

En este blog además de compartir reflexiones y especulaciones propias y ajenas voy a facilitarle al lector una sección de libros "interesantes", es decir, que yo considere interesantes, resumidos (digeridos sería la palabra correcta) en una seguidilla de citas de cada libro con titulos de mi autoría para cada cita. De aquí el lector podrá sacar información interesante sobre el libro en cuestión y como siempre argumentos para compartir, debatir, refutar y construir..

El primero de esta sección es "Camino de Servidumbre" de Friederich August von Hayek.

Este libro fue escrito y publicado en Inglaterra en el año 1944 antes de que finalizara la segunda guerra mundial y es una especie de advertencia de Hayek hacia los ingleses por la dirección hacia la que tendía el discurso político del momento en aquel país. El intervencionismo estatal como una forma de socialismo "light" es para Hayek un "Camino" hacia el totalitarismo, por supuesto como aclara el autor (decididamente contrario a las doctrinas en favor de las leyes inexorables de la historia) un camino evitable.

Lo interesante de esta obra es que rompe con una teoría bastante difundida sobre aquel período histórico y ofrece una perspectiva que al pensamiento políticamente correcto imperante en las universidades públicas puede no agradarle (lo que lo hace más interesante aún). Señala el autor que no es casual la ausencia de una alternativa política liberal en la Alemania nazi, porque la puja por el poder que se produce entre ambas corrientes es algo asi como una típica puja de facciones internas de socialistas; más que aquello que se percibe o se escucha de que el socialismo era una alternativa moralmente superior al nazismo.

Las citas siguientes recorren la totalidad de los capítulos del libro. Si al lector no le parece correcto que no figure ni página ni capítulo, no se preocupe, es intencional. Si cree que alguna frase está sacada de contexto y no vale por lo que alli dice, deberá leer el libro o al menos recurrir al texto para profundizar.




Libertad y planificación estatal:


"Hemos abandonado progresivamente aquella libertad en materia económica sin la cual jamás existió en el pasado libertad personal ni política. Aunque algunos de los mayores pensadores políticos del siglo XIX, como De Tocqueville y lord Acton, nos advirtieron que socialismo significa esclavitud, hemos marchado constantemente en la dirección del socialismo. Y ahora, cuando vemos surgir ante nuestros ojos una nueva forma de esclavitud, hemos olvidado tan completamente la advertencia, que rara vez se nos ocurre relacionar las dos cosas..."


“El control económico no es sólo intervención de un sector de la vida humana que puede separarse del resto; es el control de los medios que sirven a todos nuestros fines, y quien tenga la intervención total de los medios determinará también a qué fines se destinarán, qué valores serán calificados como más altos y cuáles como más bajos: en resumen, qué deberán amar y procurarse los hombres”


“Nuestra libertad de elección en una sociedad en régimen de competencia se funda en que, si una persona rehúsa la satisfacción de nuestros deseos, podemos volvernos a otra. Pero si nos enfrentamos con un monopolista, estamos a merced suya. Y una autoridad que dirigiese todo el sistema económico sería el más poderoso monopolista concebible”



“En una sociedad en régimen de competencia, los precios que tenemos que pagar por una cosa -es decir, la relación en que podemos cambiar una cosa por otra- dependen de las cantidades de aquellas otras cosas de las cuales privamos a los demás miembros de la sociedad por tomar nosotros una. Este precio no está determinado por la voluntad consciente de nadie. Y si un camino para la consecución de nuestros fines nos resulta demasiado caro, tenemos libertad para intentar otros caminos. Los obstáculos en nuestra vía no son obra de alguien que desaprueba nuestros fines, sino la consecuencia de desearse en otra parte los mismos medios..”




“Se dice a menudo que la libertad política carece de significado sin libertad económica. Esto es muy verdad, pero en un sentido casi opuesto al que dan a la frase nuestros planificadores. La libertad económica que es el requisito previo de cualquier otra libertad no puede ser la libertad frente a toda preocupación económica, como nos prometen los socialistas, que sólo podría obtenerse relevando al individuo de la necesidad y, a la vez, de la facultad de elegir; tiene que ser la libertad de nuestra actividad económica, que, con el derecho a elegir, acarrea inevitablemente el riesgo y la responsabilidad de este derecho.”



“ Es probable que sobrestimemos habitualmente la parte que en la desigualdad de las rentas se debe principalmente a los ingresos derivados de la propiedad, y, por consiguiente, la proporción en que se reducirían las mayores desigualdades si las rentas de propiedad se aboliesen. La escasa información que poseemos acerca de la distribución de las rentas en la Rusia soviética no indica que las desigualdades sean sustancialmente menores que en una sociedad capitalista. Max Eastman (The End of Socialism in Russia, 1937, págs. 30-34) da alguna información procedente de fuentes oficiales rusas que sugiere que la diferencia entre los salarios más altos y los más bajos pagados en Rusia es del mismo orden de magnitud (del orden de 50 a 1) que en los Estados Unidos; y Leon Trotsky, según un artículo citado por James Burnham (The Managerial Revolution, 1941, pág. 43), estimó, no más allá de 1939, que «el 11 o 12 por 100 superior de la población soviética recibe ahora aproximadamente el 50 por 100 de la renta nacional. Esta diferencia es más aguda que en los Estados Unidos, donde el 10 por 100 más alto de la población recibe aproximadamente el 35 por 100 de la renta nacional»”


“Está enteramente de acuerdo con el espíritu del totalitarismo la condenación de toda actividad humana realizada por puro placer y sin ulterior propósito. La ciencia por el placer de la ciencia, el gusto del arte por el arte, son igualmente aborrecibles para los nazis, nuestros intelectuales socialistas y los comunistas. Toda actividad debe extraer de un propósito social consciente su justificación. No debe existir actividad espontánea, sin guía, porque pudiera producir resultados imprevisibles sobre los cuales el plan no se ha manifestado. Podría producir algo nuevo, inimaginado por la filosofía del planificado!'. El principio se extiende incluso a los juegos y diversiones. Dejo al lector que adivine si fue en Alemania o en Rusia donde se exhortó oficialmente a los jugadores de ajedrez así: «Tenemos que acabar de una vez y para siempre con la neutralidad del ajedrez. Tenemos que condenar de una vez v para siempre la fórmula de "el ajedrez por el placer del ajedrez", como la fórmula de "el arte por el placer del arte….. Como el ministro nazi de Justicia ha explicado, la pregunta que toda nueva teoría científica debe plantearse a sí misma es: «¿Sirvo al nacionalsocialismo, para el mayor beneficio de todos?»”


“No hay más opciones que el orden gobernado por la disciplina impersonal del mercado o el dirigido por la voluntad de unos cuantos individuos; y los que se entregan a la destrucción del primero anidan, lo quieran o no, a crear el segundo”



“Quienes arguyen que hemos aprendido a dominar hasta un grado asombroso las fuerzas de la Naturaleza, pero que estamos lastimosamente atrasados en el uso eficaz de las posibilidades de colaboración social, tienen toda la razón en cuanto a lo que esta afirmación dice. Pero se equivocan cuando llevan la comparación más allá y argumentan que debemos aprender a dominar las fuerzas de la sociedad de la misma manera que lo hemos hecho con las fuerzas de la Naturaleza. Eso no es sólo el camino del totalitarismo, sino el de la ruina de nuestra civilización y una vía cierta para impedir todo progreso futuro. Quienes esto demandan muestran, por sus propias demandas, que todavía no han comprendido hasta qué punto la mera conservación de todo lo que hemos logrado depende de la coordinación de los esfuerzos individuales mediante fuerzas impersonales.”



Dinero:


“Como en la sociedad moderna sentimos a través de la limitación de nuestros ingresos en dinero las restricciones que nuestra relativa pobreza nos impone todavía, muchos han llegado a odiar al dinero, símbolo de estas restricciones. Pero esto es confundir la causa con el medio a través del cual se hace sentir una fuerza…”



Control del cambio:


“En ninguna parte se ilustra mejor que en el ámbito del cambio exterior la extensión de la intervención sobre la vida entera que confiere el control económico. A primera vista, nada parece afectar menos a la vida privada que la intervención oficial de las operaciones sobre el cambio exterior, y la mayoría de la gente consideraría su introducción con completa indiferencia. Y, sin embargo, la experiencia de la mayoría de los países continentales ha hecho que la gente reflexiva considere este paso como un avance decisivo en el camino del totalitarismo y de la supresión de la libertad individual. Es, en efecto, la entrega completa del individuo a la tiranía del Estado; la supresión final de todos los medios de escape, no sólo para el rico, sino para todos. Cuando el individuo ya no tiene libertad para viajar, ya no tiene libertad para comprar libros o periódicos extranjeros; cuando todos los medios de contacto exterior pueden limitarse a los que aprueba la opinión oficial o son considerados por ella como necesarios, el dominio efectivo de la opinión es mucho mayor que el que jamás ejerció ninguno de los gobiernos absolutistas de los siglos XVII y XVIII.”



Socialismo y totalitarismo



“No fueron los fascistas,sino los socialistas, quienes comenzaron a reunir a los niños desde su más tierna edad en organizaciones políticas, para asegurarse que crecieran como buenos proletarios. No fueron los fascistas, sino los socialistas, quienes primero pensaron en organizar deportes y juegos, fútbol y excursionismo, en clubs de partido donde los miembros no pudieran infectarse con otras opiniones. Fueron los socialistas quienes primero insistieron en que el miembro del partido debe distinguirse del resto por los modos de saludar y los tratamientos. Fueron ellos quienes, con su organización de «células» y las medidas para la supervisión permanente de la vida privada, crearon el prototipo del partido totalitario”



“El conflicto entre el fascista o el nacionalsocialista y los primitivos partidos socialistas tiene que considerarse, en gran parte, como uno de aquellos que es forzoso surjan entre facciones socialistas rivales. No había diferencia entre ellos en cuanto a que la voluntad del Estado debía ser quien asignase a cada persona su propio lugar en la sociedad”



“Las doctrinas que guiaron a los sectores dirigentes de Alemania en la generación pasada no se oponían al socialismo en cuanto marxismo, sino a los elementos liberales contenidos en aquél: su internacionalismo y a su democracia. Y a medida que se hizo más claro que eran precisamente estos elementos los obstáculos para la realización del socialismo, los socialistas de la izquierda se aproximaron más y más a los de la derecha. Fue la unión de las fuerzas anticapitalistas de la derecha y la izquierda, la fusión del socialismo radical con el conservador, lo que expulsó de Alemania a todo lo que era liberal.”



“Moeller van den Bruck celebra el hecho de que no hay juventud liberal en Alemania hoy día. Hay jóvenes revolucionarios: hay jóvenes conservadores. Pero ¿quién querría ser liberal?... El liberalismo es una filosofía de la vida a la que ahora la juventud alemana vuelve la espalda con asco, con ira, con especial desprecio, porque no hay nada más extranjero, más repugnante, más opuesto a su filosofía. La juventud alemana de hoy reconoce en el liberal a su archienemigo.”



Libertad y colectivismo



“Si la «comunidad» o el Estado son antes que el individuo; si tienen fines propios, independientes y superiores a los individuales, sólo aquellos individuos que laboran para dichos fines pueden ser considerados como miembros de la comunidad. Consecuencia necesaria de este criterio es que a una persona sólo se la respeta en cuanto miembro del grupo; es decir, sólo si trabaja y en cuanto trabaja para los fines considerados comunes, y su plena dignidad le viene de su condición de miembro y no simplemente de ser hombre. En realidad, los conceptos mismos de humanidad y, por consiguiente, de internacionalismo, en cualquiera de sus formas, son por entero productos de la concepción individualista del hombre, y no hay lugar para ellos en un sistema ideológico colectivista.”



Monopolios



“El fatal punto crítico en la evolución moderna se produjo cuando el gran movimiento que sólo podía servir a sus fines originarios luchando contra todo privilegio, el movimiento obrero, cayó bajo la influencia de las doctrinas contrarias a la libre competencia y se vio él mismo mezclado en las pugnas por los privilegios. El crecimiento reciente del monopolio es en gran parte el resultado de una deliberada colaboración del capital organizado y el trabajo organizado, gracias a la cual los grupos obreros privilegiados participan de los beneficios del monopolio a expensas de la comunidad y particularmente a expensas de los más pobres: los empleados en las industrias peor organizadas y los trabajadores en paro.”



El valor de la regla moral en libertad



Ni tenemos derecho a ser altruistas a costa de otros, ni tiene mérito alguno ser altruista si no se puede optar. Los miembros de una sociedad a quienes, en todos los aspectos, se les hace hacer el bien no tienen motivo para alabarse. Como dijo Milton: «Si cada acción, buena o mala, de un hombre maduro estuviese sujeta a límite, prescripción o violencia, ¿qué sería la virtud sino un nombre? ¿Qué alabanza merecerían las buenas obras? ¿Cómo premiar al sobrio, al justo o al puro?».

jueves, 23 de febrero de 2012

Malvinas

Nuestra presidente quiere diálogo, no quiere guerra, pero las acciones de las personas pueden producir efectos que no estaban en sus intenciones si no se intenta (o no se quiere) usar la imaginación y prever esos efectos con inteligencia.

Descartada la posibilidad de que nuestro gobierno desee ir a la guerra, los ciudadanos (más aun la presidente) tenemos que pensar si nuestra idea del "justo reclamo por la soberanía de las islas malvinas" nos puede salvar de la guerra o de cualquier conflicto con Gran Bretaña que pueda traernos algún mal. Por supuesto que si el reclamo es "justo" significa que ya hemos puesto sobre la balanza las consecuencias de las medidas a tomar, en este caso, el diálogo, si es que puede producir algo sobre los argentinos y sobre los kelpers nos llevará a una situación más justa. Habrá justicia si los kelpers aceptan un gobierno argentino o "vuelven" (las comillas son por los nacidos en malvinas por si alguno todavía no lo entendió) a Gran Bretaña.

Sin embargo independientemente de que los argentinos creamos que el reclamo sobre las Malvinas es justo, existe la remota posibilidad de que a los kelpers y a Gran Bretaña les resulte exactamente al revés. Llegado a este punto cabe preguntarse si existe la posibilidad de un diálogo sincero en el que ambas partes puedan llegar a un acuerdo. Si creemos que existe esta posibilidad vamos a echar mano de todos los argumentos que nos hayan enseñado en la primaria y en la secundaria sobre las malvinas (también es lícito recurrir a nuestra capacidad de formular juicios de valor) y sino vamos a abandonar la cuestión porque ya dijimos que a la guerra no ibamos a ir.

Entonces: ¿Existe la posibilidad de un diálogo sincero en el que ambas partes puedan llegar a un acuerdo?¿Qué significa sincero?

En un diálogo por la soberanía de un territorio las partes intervinientes pueden recurrir a dos herramientas distintas para salirse con la suya, a saber, la extorsión y la negociación. Como la extorsión nos pude llevar fácilmente por el camino del conflicto suponemos que nuestra presidente la ha abandonado y pasamos a comentar el problema de la negociación. Vamos a distinguir dos tipos de negociación; una de ellas es la negociación en términos de intereses y la otra en términos de razones. Aunque esta distinción parezca arbitraria el lector notará que haciendo esta distinción puede cambiar radicalmente nuestra posición sobre las Malvinas frente a Gran Bretaña y el mundo en general. No es lo mismo decir que "tenemos intereses sobre las islas" que decir "es justo que las malvinas sean argentinas". Y aqui es donde cobra verdadera importancia la idea de diálogo sincero.


Suponemos que aquél que defiende la causa Malvinas es un convencido de que, además de que nos conviene poseer esas tierras, nos "corresponde" por lo tanto es, en un sentido, sincero con respecto a su reclamo. Enfrentado a un kelper cree que puede defender honestamente nuestro derecho a poseer las Malvinas, es decir, encontrar algo asi como un argumento impersonal, que independientemente de lo que crea el kelper, este terminará la discusión dándose la mano con el argentino y aceptando un gobierno celeste y blanco o "volviéndose" a Gran Bretaña.

Mi intención con este texto es demostrar que no existe, ni puede existir un "derecho" que sirva como argumento último para justificar gobernar a una población que no desea someterse a un poder que considera extranjero y que por lo tanto los esfuerzos empeñados en este sentido son inútiles. Independientemente de que existan argumentos "históricos", "políticos", "culturales", "geopolíticos", etc, porque ninguno de ellos puede constituir lo que el nacionalista sincero pretende, es decir, un argumento impersonal capaz de convencer al kelper de que se equivoca. Lo que aqui se cuestiona no es la capacidad del kelper de entender un argumento, sino la fuerza misma de verdad que posee el argumento argentino. Obviamente por esta vía de argumentación tendríamos que analizar detalladamente el concepto de derecho y sus consecuencias, pero para no extenderme demasiado simplemente quiero señalar algunas características de este concepto y las consecuencias prácticas para el caso de la soberanía de un territorio analizando cada uno de los fundamentos sobre los que se sostiene nuestro derecho a las Malvinas. Por lo tanto, espero que cualquier defensor de la causa Malvinas si es que lee este texto se enfrente a cualquiera o a ambas de las siguientes situaciones.

1) Se de cuenta que toda discusión con la que se pretende convencer a un adversario requiere concebir la existencia de un argumento independiente de los intereses de cada uno, de lo contrario la solución será la aplicación de la fuerza, y eso es lo que (suponemos) el nacionalista sincero no pretende.

2) Despojado el nacionalista de los fundamentos sobre el derecho que no puedan hacerse extensivos a la humanidad, se verá ante la disyuntiva de aceptar que el nacionalismo es por definición contradictorio con su deseo (nuevamente suponemos) de "bien común" o seguir siendo un nacionalista a pesar de que no tenga argumentos para serlo, con lo cuál, más temprano que tarde terminará por apoyar alguna guerra irracional y su deseo de "convencer" no será, en el fondo, nada distinto a su deseo de "dominar". En su defecto, admitirá ser un auténtico nacionalista y reconocerá que no le interesa más que el bien de su "nación" y estaremos contentos de haber logrado desenmascarar la maldad intrínseca de las doctrinas nacionalistas.


Los siguientes argumentos se analizarán en función de la concepción de diálogo y derecho que intenté dejar en claro en la situación 1) y 2). Para ser más precisos, el concepto de derecho que aqui se defiende, es aquella acción que estamos dispuestos a no realizar sobre otro, incluso cuando eso afecte nuestros intereses, de lo contrario no es un derecho sino una concesión.

El argumento histórico:

Este argumento es el más usado y el más ridículo porque reduce la discusión a un juego de niños. ¿Quién llegó primero? plantean los defensores del derecho histórico a la posesión de Malvinas. ¿Pero que derecho da sobre la tierra el haber llegado primero? ¿Si un español reclamase el territorio correspondiente al virreinato del río de la plata estaríamos dispuestos a devolverselo dado que ellos llegaron primero? Probablemente no, porque, diríamos "luchamos por la independencia y la conseguimos" por lo tanto no es el haber llegado primero lo que da el derecho sino el haberse impuesto por la fuerza, con lo cual anulamos la validez del argumento histórico. Además no hay derecho a hacerle sentir al kelper hijo de ocupantes la "culpa del hombre blanco" que siente el joven de clase media urbana cuando ve a un indígena del norte argentino.



El argumento político:

Bajo la denominación de "político" se engloban toda una serie de argumentos vagos que necesitan una palabra más vaga aún que los caracterice. Si por política se entiende el arte de imponer nuestros intereses en el plano internacional ya estamos hablando aqui del tipo nacionalista que ya se ha enfrentado a la situación 1) y 2) y no le interesa seguir sosteniendo un diálogo sincero.



El argumento cultural:

El argumento "cultural" es el argumento nacionalista por excelencia. Existe una vasta tradición literaria en todos los pueblos del mundo en la que se define una especie de entidad mística llamada pueblo o nación y que no es más que la definición arbitraria en la que cae una persona por tener cierto tipo de costumbres o habitar cierto territorio. Lo paradójico de este tipo de nacionalismo es que siempre se ha utilizado para justificar el afán expancionista de dictadores megalómanos que recurren al argumento histórico para "restaurar" el territorio perdido (podríamos llamarle también "espacio vital") que constituía la escencia misma de la nación o pueblo en algún tiempo pretérito.


El argumento geográfico:

El argumento de la continuidad de la plataforma continental es otro de los argumentos infantiles y no es más que un corolario del argumento histórico. Los dominios del imperio del que nos independizamos se extendían más o menos hasta acá por lo tanto como en la capital de la colonia echamos al virrey nos pertenecen todas las tierras sobre las cuales las corona ejercía su poder, incluso también el Uruguay (por qué no?)


El argumento Jurídico:


El más nefasto de todos los argumentos y que requiere la mayor de las atenciones.
Una vez que nuestro nacionalista ha renunciado a la posibilidad de darle coherencia a alguno de los argumentos anteriores saca de la manga un vil recurso. No interesa que el haber llegado primero no valga, o que las necesidades "vitales" de un pueblo o nación tampoco sirvan como fundamento, lo importante es que en algún momento de la historia dos líderes políticos mundiales se hayan puesto de acuerdo y hayan firmado un papel revistiendo de carácter sacrosanto todos estos argumentos insostenibles. No estoy negando aqui la importancia de los tratados internacionales para el logro de la paz, sino que estos sirvan como fundamento para ocupar un territorio.

 Analicemos que pasaría si esto se convirtiera en un norma general, en un "derecho" y no en una concesión que hacemos para con nosotros mismos cuando nos conviene. ¿Que pasaría por ejemplo con los pueblos perdedores de la historia, aquellos que por no contar con la fuerza o la compasión necesaria jamás pudieron sentarse en una ronda de negociaciones a firmar un papel? ¿Todos ellos estarían inmediatamente excluidos de la posibilidad de habitar por derecho una tierra?¿Y qué pasa si cuando comenzamos a indagar en la historia de los tratados internacionales nos encontramos con que dos documentos son contradictorios en su resolución? Seguramente en este caso recurríamos nuevamente al argumento histórico, pero una versión absolutamente contradictoria con el que usamos en primer término, esta vez el documento firmado en un período histórico posterior sería el válido.



Probablemente al lector le quede la sensación de que este es un tema irresuelto, pero no sería poca cosa habernos convencido de que muchos de los argumentos que comunmente escuchamos son contradictorios con lo que muchos creemos que debe ser el "derecho internacional". Ninguna norma jurídica que intente garantizar la paz y la hermandad entre los seres humanos puede estar fundada en las intenciones y los intereses de una nación o un pueblo. En la medida en que no se protejan los derechos individuales (entre ellos a la posibilidad de elegir a mis propios gobernantes en la tierra en la que nací) cualquier intento de "diálogo" no será más que un movimiento de la irracionalidad  es decir, la no previsión de las consecuencias de lo que hacemos, hacia el conflicto.























miércoles, 22 de febrero de 2012

Bienvenidos


"Está bueno compartir lo que uno lee y se cree, sino no me hubiera hecho un blog"... Mahatma Ghandi

Ahi está, ahi estás atento...

Este blog está hecho con un único objetivo: Hacer llegar a todos los que se pueda el entretenimiento que proporciona la discusión racional. ¿Y qué es la discusión racional?

Dentro del "racionalismo" se pueden englobar seguramente unas cuantas tradiciones filosóficas, pero como no estudio filosofía, voy a convenir con el lector en llamar "discusión racional" a aquella que se aproxime con un esfuerzo de las partes intervinientes a lo que muestra la imagen al final del texto.

Ante la imposición de semejante regla, y haciéndole honor al nombre del blog, cabe preguntarse "¿Por qué?"... Porque además de boxear al ser humano (generosa generalización) le gusta discutir y aprender del otro...

Por suerte todavía tengo una sola personalidad por lo que las entradas de este blog no van a ser "discusiones" sino simplemente argumentos en forma de cosas que se me ocurren, citas de libros, cosas que dijo algún sabio amigo, o desconocido (a quienes se les reconocerá debidamente el mérito).

El lector podrá tomar cualquiera de los argumentos aquí vertidos para someterlos a discusión y convertir una reunión con amigos o una cena familiar en una bella experiencia de aprendizaje colectivo o en una batalla campal...



Por el momento pido disculpas a todos los que se les dificulte la lectura en un blog diseñado enteramente por blogger....


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